Es domingo, día 15 de Mayo de 2011. Me despierto a las 6h: otra noche y no me he puesto de parto. Mañana cumplo la semana 42. En el Hospital no me hubiesen dejado esperar tanto, me hubieran provocado el parto. Pero voy a parir en casa. El próximo sábado se casa Mireia, la hermana de mi comadrona Inma Marcos. Si me pongo de parto ese día… Buff! Que agobio! No aguanto más en la cama. Me levanto a desayunar y después le digo a Joan que me voy a pasear.
Salgo de casa a las 7h. Me pongo música. Hablo conmigo misma: he disfrutado tanto de este embarazo, me veo tan guapa y me siento tan bien pese al cansancio y a la ciática… No quería que este momento acabara, pero ha llegado el momento de dejarla nacer. Ha sido una etapa preciosa pero ahora viene otra igual de preciosa o más; tengo que asumirlo.
Cerca de las 9h llego a casa. Durante ese día, por la mañana vamos al parque y más tarde hablo con Inma. Pensar que me puedo poner de parto el sábado es agobiante. Por otra parte, Inma ha atendido otros partos de embarazos prolongados y me transmite confianza.
Nerea estaba viendo dibujos en nuestra habitación y cerca de las 20h se ha quedado dormida (algo raro en ella). Cenamos y le digo a Joan que quiero ver una película: “Más allá de la vida”. Empezamos a verla tarde, creo que cerca de las 23h. No recuerdo cuanto rato llevábamos viéndola, pero algunas escenas me hicieron pensar: Cada uno tiene su hora, tanto para morir como para nacer. Da igual que estés en medio de un tsunami, si no es tu hora, te salvas! Y para nacer debería ser igual, dejar que nazca cuando sea su momento. Por un momento pienso que si me pongo de parto el sábado, me voy al Hospital y me encierro en el baño con mi marido y no abro la puerta hasta que la cabeza esté fuera!! Eso haré: dejar que ella elija cuando y donde quiere nacer. Respiro hondo y sigo viendo la película.
Son las doce en punto de la noche del día 16 de mayo de 2011 y estoy sintiendo la primera contracción. Miro a Joan y le digo “Nene, estamos de parto.” Me pregunta “¿La paro?” (la película) y yo le hago un gesto de “Ni pensarlo, vamos a acabar de verla”.
Me gustó mucho. Me dice Joan que llame a Inma, pero es la 1h y estará durmiendo, así que le mando un mensaje: “Jeje! Ha empezado mi Fiesta! En la última hora unas 6 contracciones. Cuando vayan más en serio te aviso.” Después él se puso algún partido de baloncesto que tenía grabado y yo, con el síndrome del nido a tope, me pongo a doblar ropa que tenía en la secadora. Me voy apuntando las contracciones.
Son las 2h23min. Tengo contracciones cada 5 min. Joan me dice que entre que viene y monta la piscina pasará más de una hora, así que la llame ya. Pues la llamo.
Saber que está de camino me ha debido subir la oxitocina, porque ahora las contracciones son un poquito más intensas. Son las 3h y suena el timbre ¡Es ella!: Contracción fuerte, la más intensa hasta ahora. Joan baja a ayudarle con el equipo mientras yo me acomodo de rodillas en el sillón. Cuando entra le doy un abrazo fuerte. Había deseado tanto este momento! Y ya está aquí, en mi casa, para atender mi parto y recibir a mi Ana. Me sugiere que me vaya a otra habitación mientras monta la piscina porque el proceso es ruidoso. Me voy al baño con una vela, porque Nerea sigue dormida en mi cama.
Joan me masajea la zona lumbar. Me doy cuenta que cuando tengo la contracción, si aprieto duele mucho menos. Inma me dice que la piscina ya está lista. Al salir al comedor veo a Mari, que acaba de llegar y le doy un abrazo enorme que me provoca otra contracción de inmensa intensidad. Me voy a meter en la piscina cuando Inma me mira la línea púrpura y me dice que estoy de8 cm, que lo estoy haciendo muy bien. A lo que le contesto “Inma, me lo estoy pasando muy bien, esta es mi fiesta”.
Me meto en el agua a las 3’35h. Mi marido está sentado delante de mí. Suena la música de mi amigo Micka Luna. Inma y Mari están detrás de mí, sentadas en la mesa del comedor, pero apenas noto que están. Por un momento me acuerdo de mi madre (a ella le rompieron la bolsa en los tres partos) y de mi abuela, que tuvo 8 hijos, todos en su casa y sin complicaciones. Pienso en todas las mujeres de mis antepasados: ahora voy a parir como ellas, voy a descubrir qué pasa si nadie nos entorpece el parto. Me siento conectada a ellas. Contracción muy fuerte. Pienso “Esto no duele. Duele perder tres hijos, pero tenerlos no”. No miro, pero sé que en una mesita a mi lado, hay una caja con tres pruebas de embarazo. Vuelvo a apretar.
4’15h: Línea púrpura completa. A las 4’20h una contracción muy intensa me deja sin habla. Quiero decir algo, pero me cuesta hablar. Cuando recupero el aliento les digo: “¡He tocado la bolsa!”.
Ya está aquí. Me toco entre las piernas esa textura suave que me dice que mi hija está a punto de nacer. Me siento fuerte, poderosa. Noto una contracción muy fuerte y aprieto con todas mis ganas mientras jadeo empoderada, está saliendo la cabeza dentro de la bolsa (4’28min). Intento respirar para recuperarme. Pienso “Déjame coger aire y te ayudo a nacer, Ana” pero ella no quiere esperar. Noto que vuelve a empujar, que quiere que sea ahora. ¡Pues ahora, cariño! Ahora tengo toda la fuerza del mundo, ahora toda la energía es mía, porque ella me la da, porque ella me necesita. Empujo fuerte y acaba de nacer, dentro del agua. Ya no la noto entre mis piernas “¡Ha salido ya, ha salido ya!” y la busco con mis manos para abrazarla. La miro sólo un segundo mientras me la pongo sobre el pecho. Cierro los ojos y pienso “Por fin estás conmigo. Llevo tantísimo tiempo esperándote… Este momento no lo olvidaré nunca”. Abro los ojos y la miro. Me mira. No llora. Sólo nos mira, primero a mí y después a su padre, pero no llora. Yo sí, “Te quiero, te quiero mucho” Nos hemos enamorado de ella nada más verla. Tose un poquito, parece que va a llorar, pero se queda tranquila entre mi pecho. Le hablo: “Perdóname por haber pasado tanto miedo” (al principio del embarazo). Le beso la cabecita. “Ya estás aquí conmigo”.
Inma y Mari se abrazan llorando. “¡Es que me encanta mi trabajo!” dice Inma. Joan me abraza mientras mira embelesado a Ana. Le miro y entonces me mira y me besa. Seguimos mirando a nuestro pequeño gran milagro y me siento tan afortunada… Se acerca Inma y comprueba que el cordón late con fuerza. Ana está llena de vérnix caseoso. Se acerca también Mari que felicita a Joan con un beso. Le doy las gracias a Inma “A ti por dejarme estar” me contesta. “Socia, gracias” y Mari me responde acariciándome la cabeza.
A las 5h Ana comienza a mamar. Cinco minutos después, el cordón deja de latir. Despertamos a Nerea para que conozca a su hermana “¡Oooo! ¡Que pequeñita es!” exclama con una hermosa sonrisa. Ella y Joan, con la ayuda de Inma, cortan el cordón umbilical.
A las 5’10h yo misma me extraigo la placenta, enrollando en mi mano el resto del cordón umbilical y tirando de él mientras aprieto. Sale entera. La toco mientras pienso “Gracias por cuidar de mi hija”.
Me hacen un zumo de frutas con un poco de placenta, ya que contiene tantos nutrientes que me ayudará en la recuperación. Sabe a plátano, naranja y fresas. ¡Buenísima! El resto de la placenta la congelamos para plantarla con un árbol (lo hicimos el 2 de enero de 2012, con un Palo Santo o Caqui, en el terreno de nuestros amigos José y Mercé).
Ana mide 50cm y pesa 3’750 Kg.
Joan acompaña hoy a Nerea al colegio. Los dos van contentos y orgullosos. Desde luego que hoy tienen algo especial que contar: Hoy hemos celebradola Fiestade Bienvenida de nuestro pequeño gran tesoro, Ana.
“Ana: Gracias por elegirme. Gracias por escoger tu momento y hacerlo tan especial. Gracias por quedarte conmigo y regalarme tanta luz con cada una de tus miradas. Te quiero y lo haré hasta el último suspiro de mi vida”.
“Nerea: Gracias por elegirme. Gracias por enseñarme lo infinito que puede llegar a ser el Amor. Gracias por perdonarme cuando me equivoco y por ser tan amorosa mientras estoy aprendiendo a ser mejor madre. Gracias por cada una de tus sonrisas. Te quiero y lo haré hasta el último suspiro de mi vida”.
“Joan: Gracias por hacer que quiera ser mejor persona. Gracias por hacer que cada mañana me levante consciente de mi felicidad. Gracias por acompañarme en esta gran aventura que es la vida, siempre con una sonrisa, un gesto de cariño y todo tu apoyo. Gracias por creer en mí, por tu confianza y por tu lealtad. Gracias por elegirme como compañera, como esposa y como madre de tus hijas. Gracias por no olvidar los malos momentos. Gracias por esta familia que hemos formado. Gracias por enamorarte de mí. Te quiero desde siempre y te seguiré amando hasta más allá de la vida. Con lo guapa que estoy embarazada…¿No te apetece repetir?;)”
Simplemente precioso. Enhorabuena por todo, familia.
Preciosa Transi… Me has echo llorar! 🙂
Gracias Lupe!!Por tus palabras y por el cariño que sé que nos tienes a mi y a mis pequeñas. Por eso sois sus tías postizas (flamencas además). Un besazo!
Simplemente hermoso… todo. El relato, el video, tus hijas, tu marido, tú. ¡Felicidades!
Muchas Gracias Paula!!
Gracias por compartir tu experiencia!!!!! fue un baño de luz para mi alma!!!
Yo tambien pude parir en casa a un dia de la semana 42 a mi bello Agustin que hoy tiene 1 año y 5 meses!!! mi experiencia fue mas larga e intensa supongo porque era primerisa…pero estuve acompañada de personas maravillosas a las cuales agradezco eternamente!!
Mi experiencia de puerpera ha sido y es mas compleja y leer las palabras que dedicas a tu compañero me ayudan a reflexionar de cuanto deseo sentirme asi!!!
Una vez mas gracias por compartir y que la luz los acompañe siempre!!!
Muchisimas gracias por tus palabras. De alguna manera me he sentido cerca tuyo y con ganas de darte un abrazo enorme. Agustin te eligió para enseñarte muchas cosas y para que tu le enseñes muchas otras. Todos deseamos sentirnos queridos y estamos en nuestro derecho (o casi en la obligación) de no conformarnos y buscar a esa persona que nos hace sentir así. «Nadie es perfecto… pero alguien es perfecto para ti y tú para él»
Mucha luz y un abrazo muy fuerte! Gracias de corazón.
Precioso, inmensamente bello, momento único, irrepetible… la mirada que te regala nada más nacer me enamoró a mi también!! Felicidades Ana!!
Si esque desde hace un tiempo me parece que tenemos mucho más en común de lo que creíamos!! Besazos a tus dos tesoros! Y un abrazo enorme a ti!!!
GRACIAS
A ti!!
wow! y desde ese día la gente quiere un parto a lo Transi, tendremos que poner este link en los planes de parto jeje feliz primer año Ana!
Jajajaja! Me encanta eso de «Parto a lo Transi». Te diré un secreto: Yo DESEO tener otro parto a lo Transi!!! 😉
Por favorrr que precioso relato, no puedo parar de llorar. ¿ Te importa que lo com
….Comparta?
Claro! Si ayuda a alguna mamá a disfrutar más de su parto o a plantearse un parto más respetado, adelante!!! Gracias!!!
Hermoso, gracias.
Preciosa vuestra vivencia. Tengo que decir que he sentido un poquito de envidia.
Un beso para tí y tu maravillosa familia
Muchísimas Gracias!!!!
Preciosa entrada!
Te felicito por tener una familia tan linda y te envidio por ser tan fuerte; me encantaría a mí poseer la potencia y el optimismo que tú desprendes.
Sin embargo el vídeo no me pareció nada bonito… no sé por qué. Tal vez sea porque el dolor es algo terrible, una alarma para el organismo, es natural, lo sé, pero cuando se tiene una jaqueca o un dolor terrible de muelas, uno no se queda ahí soportando el dolor, si no que hacemos uso de los avances de la medicina para paliarlos.
He visto el dolor más horrible en algún miembro de mi familia y no puedo vivirlo como algo natural, si no como algo que aterra.
Así que no puedo ver parir con dolor como una bendición, si no como una condena.
Por suerte nosotras podemos parir sin tanto dolor (otra cosa es que esté conforme con la manera despersonalizada de los departamentos de maternidad de los hospitales)
Pero termino como he empezado:
te felicito.
Gracias! Per es cuerioso que yo no recuerdo el dolor, ni ahora ni recien parida, porque esos jadeos eran más para ayudar a mi hija a nacer, a abrirme, que por dolor físico. No digo que no duela porque seguro que tuvo que doler, pero no duele tanto como dicen ni mucho menos, al menos en el agua y en esa posición. A Nerea la tuve con epidural y creo recordar que el pinchazo sí era doloroso. Pero cada uno vive el dolor de una manera y si tienes miedo al dolor, no seré yo quien te anime a afrontar un parto natural. Hay una frase que me regalaron hace tiempo: «El cuerpo no provoca ningún dolor que él mismo no pueda soportar». Si no doliera, no tendríamos ganas de apretar (apretar alivia el dolor de la contracción) y si no apretaramos no naceríamos. La naturaleza es excelentemente sabia!!! Gracias por tus palabras y un abrazo fuerte!!
Madre mía, qué bonito!! Ojalá algún día yo pueda vivirlo tb, enhorabuena por esos dos soles y por tu marido.
wow que hermoso relato!! me lloré todo… hermoso, hermoso, hermoso… senti mucha paz cuando contabas de cada contracción y cómo fue el parto todo… te felicito!! =)
Como es lo de la linea purpura y como saben los cm de dilatacion mediante ella? Gracias…. perdon por la ignorancia 🙂
Me ha encantado! Soy Raquel, tengo 18 años y mi mayor deseo es ser comadrona, serlo igual que personas como Inma Marcos. He deseado tantas veces estar en un parto como el tuyo y gracias a tus palabras lo he aconseguido.
Raquel, muchas Gracias, de corazón! Me alegra muchísimo leer esas palabras y te mando mucho ánimo, mucho cariño y mucha energía positiva para que llegues a ser una gran comadrona como Inma!!! El mundo necesita más comadronas respetuosas!!! Un abrazo enorme!
¡oh me das muchos ánimos! Quisiera seguir tu experiencia, Dios dirá… ¡Felicidades por tan hermoso ángel en sus vidas!
Realmente precioso! Os felicito a tod@s. Ha sido un rato emocionante. Muchisimas gracias por compartirlo y Felicidades Familia!!!
Olga, mamá de Noa
Precioso el relato, conmovedor…..es increible las hermosas cosas q uno puede decir cuando esta «lleno de amor».
Me ha encantado todo tu relato, yo tengo dos hijos y no he tenido la misma suerte que tu, mi cuerpo no pudo dilatar para el nacimiento y he pasado por dos cesáreas, el primero después de muchísimas horas me avisaron de sufrimiento fetal y lo único que quería era que me lo sacarían para que el no sufriera mas, y con el segundo después de estar con contracciones de parto y aguantando que no quería ir al hospital esperando al ultimo momento, al llegar y mira que te ponen cosas, me dijeron que todavía nada que había que esperar un poquito mas, al final como no había posibilidad de dilatar me pararon las contracciones y al cavo de dos días nació mi niño, Es lo que tu has comentado no cuando el quiso nacer, sino cuando a los médicos les venia bien.**Te deseo que si vuelves a pasar por lo mismo tengas la misma suerte que con la pequeña Ana. Un abrazo de corazón desde Navarra.
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me he quedado con la piel tan chinita…! con una sensacion en el estomago de ansiedad de vivirlo, tambien tengo miedo al parto, aun no me embarazo porque creo q no estoy preparada ni lo estare nunca, pero con relatos como el tuyo me dan tanta fuerza y animos que mis miedos cada vez se van desvaneciendo mas
Hola Mónica. Creo que la cultura nos mete ese miedo, tanta mala información que se maneja. Tanto abuso de la cesárea. Los partos no son sostenidos por mujeres amorosas como antes, se convierten en suplicios que se viven en hospitales. Antes de embarazarme de mi hija yo pensaba que el parto natural era algo así como una excentricidad, y «qué necesidad de sufrir estando la medicina tan adelantada». Mi esposo está a favor del parto natural y me sembró la duda. Me puse a investigar y encontré datos que me asombraron. La sola posición de acostada, confinada en una cama, que en muchos hospitales manejan es suficiente para detener tu parto y hacer que la sensación de dolor sea insoportable. Y de hecho todas las prácticas de rutina que se realizan en los hospitales no son amables con el parto. Te recomiendo leas las recomendaciones de la OMS para el parto y algún libro de Michel Odent. Ayuda muchísimo. Yo busqué un parto natural primero que nada porque no quería que me separaran de mi bebé. Cuando no se usan medicamentos no tienen por qué llevarte a una sala de recuperación ni aislarte. Pensé que el dolor era un «mal necesario» pero después de ver muchos videos de partos naturales hermosos, tomar curso de preparación para el parto y tomar yoga prenatal me convencí que el parto sería un pasaje maravilloso, algo así como un rito de iniciación a la maternidad y así lo fue. Mi hijita nació hermosísima, abriendo sus ojos para conocer a sus papás, en un parto de agua que parecía una fiesta. En ningún momento pensé en pedir la epidural, en ningún momento sentí miedo, solo confianza de que mi cuerpo haría lo que es necesario, que la naturaleza es sabia. Mi parto fue hermoso, increíble, la sensación de mi bebé saliendo de mi cuerpo fue maravillosa. Me sentí muy capaz y empoderada como madre. Conozco mujeres que han parido por parto natural, y no le he escuchado a ninguna decir «ojalá me hubieran hecho cesárea» y todas refieren que fue lo mejor, y recomiendan a otras mamás parir así. También conozco varias que han tenido parto vaginal medicado, muchas refieren que fue difícil, que fue muy doloroso, que tuvieron mucho miedo. Creo que eso dice mucho. Yo pienso que le tendría miedo a la cesárea, a la inyección de la epidural, a la episiotomía. Todo depende de tu proceso de reflexión y de qué permitas que se quede en tu mente y qué no. Las mujeres que parimos naturalmente no somos más valientes, ni más fuertes, simplemente tuvimos la oportunidad de lograr otro nivel de conciencia. Un abrazo.